Valeria Soave

Italiano

Aprender italiano como lengua extranjera es una aventura en la que, a través del idioma, se entra en contacto con una cultura muy peculiar en la que hay trazos comunes importantes, pero también una densidad muy elevada de diversidades en un territorio relativamente restringido.

Para dos personas italianas que se encuentran por primera vez, la primera pregunta, la que más información aporta, suele ser “Di dove sei?” (¿De dónde eres?). En mi caso, la respuesta es: de un pueblo cerca de La Spezia, Liguria. Es decir, un lugar en la costa del noroeste, entre Génova y Pisa. Lo más conocido en esta provincia son Le Cinque Terre, cinco pequeños pueblos muy bonitos entre colinas y mar.

Mi trayectoria

A partir de los años 90, teniendo en cuenta el creciente número de personas migrantes en Italia, se ha producido muchísimo material de enseñanza del idioma como segunda lengua, tanto a nivel académico como en la práctica de “alfabetización” de personas extranjeras, con perspectivas cada vez más innovadoras e interdisciplinares, en oposición a las metodologías obsoletas, poco eficaces y a menudo frustrantes que, desafortunadamente, aún no han desaparecido hoy en día. En este sentido, ha sido un placer y un honor para mí poder participar en este entusiasta y riguroso proceso, aportando tanto estudios e investigaciones como trabajo de campo con alumnado migrante en las escuelas públicas.

Trasladar lo aprendido en la facultad de Ciencias de la Comunicación de Umberto Eco a los estudios en la facultad de Lenguas y Literaturas Extranjeras en Bolonia, donde tuve la suerte de conocer al profesor y amigo Gabriele Pallotti, que primero trazó y cruzó este puente, unido a la intervención lingüística y de integración con migrantes que se ha impulsado en esta ciudad, me llevó a trabajar como profesora de italiano como segunda lengua, incluso siendo estudiante universitaria, en 1999.

Poco después, en 2002, me mudé a Holanda, Canarias y Andalucía, donde trabajé como profesora de idiomas y donde viví y sigo viviendo el aprendizaje continuo de “no ser de aquí”.

Desde 2019, me dedico únicamente a la enseñanza de italiano online a personas extranjeras en varios países del mundo, incluyendo Italia, a través de plataformas online como Italki y apoyándome tanto en los idiomas que hablo (inglés, castellano, portugués brasileño) como en los que estoy aprendiendo (francés y árabe marroquí). Aparte de las grandes ventajas que ofrece la enseñanza online a nivel de aprendizaje, como la inmediatez, la visualización y organización de los materiales, la comodidad de no tener que desplazarse, de poder dar las clases en zapatillas y, lo más importante, la creación de una zona de confort segura para el estudiante, esta modalidad me permite viajar y seguir aprendiendo en una dimensión de nomadismo digital intermitente, con base en Cádiz, la provincia del sur de España que casi colinda con África.

¿Cómo se aprende una lengua extranjera?

Las ciencias cognitivas, la neurolingüística y la didáctica de idiomas han aportado valiosas contribuciones, materiales, técnicas y tecnologías fundamentales para entender y producir el proceso de aprendizaje. Sin embargo, tenemos que asumir que siempre habrá una parte de misterio en cómo se realiza este proceso. He conocido a personas adultas analfabetas que hablan cuatro idiomas y los han aprendido a través de la escucha, la memorización, el ensayo-error y, sobre todo, del deseo y la necesidad de comunicarse.

Los libros, los videocursos, las aplicaciones para aprender idiomas, los ejercicios, los canales y videos de YouTube, y los podcasts son herramientas muy importantes de acceso y asimilación de una lengua extranjera. Pero lo que es realmente fundamental es estar en una situación de comunicación auténtica, llegar a producir mensajes e interactuar. La situación protegida de la clase online es el espacio necesario donde se puede experimentar sin tener miedo a equivocarse. Los errores suelen ser puertas de conocimiento. Para corregirlos, cuando sea el momento, lo más importante es analizar la información que traen.

Metodología

Mis clases tienen una estructura definida, pero están abiertas a la improvisación. Se desarrollan a través de una amplia gama de material auténtico y didáctico tomado de diferentes generaciones de libros de lengua italiana, canales y tutoriales de youtube, plataformas interactivas, artículos, entrevistas, anuncios o chistes, según los intereses de los estudiantes y el día que estén teniendo. Las reglas, el vocabulario y los tipos de comunicación se derivarán de cualquier material pueda surgir o yo pueda proponer: en las clases se intercalarán los niveles de la comunicación real y del análisis lingüístico en diferentes medidas, personalizadas según el estilo de aprendizaje y las necesidades del estudiante.

Las categorías gramaticales (por ejemplo, artículo, adverbio, condicional, pronombre, futuro en el pasado, frase consecutiva, etc.) forman parte del diseño del aprendizaje, pero no es necesario conocerlas de antemano y sólo se nombran para que el/la aprendiente busque material lingüístico adicional, si es que tiene el tiempo de hacerlo. Siempre van asociadas a una situación real, o realística, de comunicación, ya que si es verdad que frases como Il gatto ha bevuto l’acqua (El gato ha bebido el agua) son correctas, posibles y útiles para el aprendizaje de las estructuras en un nivel abstracto, es poco probable que alguien las utilice en una situación concreta. Desde mi punto de vista, tanto a nivel básico como avanzado, después de haber realizado la comprensión global de un audio, texto o video, es importante reconocer y aislar una estructura, analizarla, practicarla y, posteriormente, re-utilizarla en la conversación conmigo. La gramática es como un andamio que se retira una vez que se ha construido la casa; en mis clases, quien la desconoce la aprenderá sin darse cuenta, quien la practica demasiado aprenderá a olvidarla.

Objetivo

Aprender una lengua extranjera es una aventura en la que se practica tanto la creatividad como el control, es un descubrimiento continuo que implica una evolución constante y tiene como objetivo el entender y hacerse entender, expresarse y comprender, ampliar capacidades, horizontes y posibilidades.

No se trata de llegar a parecer una persona nativa, sino de comunicar de forma eficaz en diferentes niveles y registros: el proceso de aproximación en este sentido es mucho más productivo que la ambición a la perfección.